ACTIVIDADES
ACTIVIDADES
La isla de Gran Canaria ofrece miles de posibilidades para realizar todo tipo de actividades, pero nos vamos a centrar en recomendar las más cercanas al Toscón de Tejeda:
Desde el mirador, puedes disfrutar de unas hermosas vistas del noroeste de Gran Canaria, destacando las montañas con el Valle de La Aldea al fondo y la presa del parralillo.
El mirador lleva el nombre de Roque Palmés, un espectacular monolito pétreo que tiene una altitud sobre el nivel del mar de 1.095 m. Este roque, aunque menos popular que el Roque Nublo o el Roque Bentayga, es de similar belleza y también es conocido como "Risco Palmés". Los vecinos cuentan que este risco realizaba las funciones de un auténtico “Reloj Solar”, ya que la sombra arrojada por la silueta del Roque indicaba perfectamente la posición del sol en su tránsito diurno.
El mirador fue acondicionado en 2014, con una mejora del acceso al mirador mediante una escalera de piedras y un muro del mismo material con barandilla de madera para dotar de mayor seguridad al disfrutar de las maravillosas vistas.
Además, el Roque Palmés está considerado Espacio Natural Protegido, al formar parte del Parque Rural del Nublo. Este parque es el espacio natural protegido más grande de la isla de Gran Canaria y el más poblado de Canarias. Su rico patrimonio natural incluye frescos bosques de pino canario en las cumbres y matorrales de plantas autóctonas desérticas en la desembocadura de sus barrancos.
2. Rutas de senderismo, entre las que destaca el sendero S 80 que pasa por El Toscón.
Desde este link sendero S 80 se puede acceder a un mapa con diferentes senderos, gestionados por el Cabildo de Gran Canaria, que están cerca de El Toscón, entre los que está el sendero que hemos mencionado.
Si queremos profundizar un poco más en las rutas senderistas os recomiendo la siguiente web de Gran Canaria Reserva de la Biosfera, desde donde se pueden ver y descargar mapas y archivos .kmz (para verlos con el programa google earth).
Desde esta página: La Guía de Gran Canaria, podemos encontrar desde páginas de rutas de senderismo, asociaciones senderistas y otras actividades de turismo activo.
Y por supuesto, la página web de Wikiloc.
(Es muy difícil resistirse a poner información de lo mucho que puede ofrecer Gran Canaria).
3. Quesería de El Toscón.
¡Descubre la Quesería El Toscón de Tejeda! Ubicada en el barrio bajo de El Toscón, esta quesería artesanal es famosa por su queso de leche cruda de cabra majorera y oveja canaria.
Sus quesos han obtenido algunos premios en diferentes ediciones de los World Cheese Awards.
En la Quesería El Toscón de Tejeda, se enorgullecen de mantener las tradiciones queseras, utilizando técnicas de elaboración de queso que se han transmitido de generación en generación. Siendo su queso no solo un producto, sino una historia de la tierra y de la gente de la Cumbre de Gran Canaria.
4. Presa del Parralillo y mirador del Molino
Disfruta de un día inolvidable en el corazón de Gran Canaria con una visita a la Presa del Parralillo y el Mirador del Molino.
La Presa del Parralillo, una de las más importantes de la isla, desde donde podrás disfrutar de la vista panorámica del embalse y de la impresionante cuenca hidrográfica.
El Mirador del Molino, desde este punto privilegiado, tendrás una vista espectacular del Roque Nublo, el Roque Bentayga y, por supuesto, la Presa del Parralillo.
5. Museo del centro de interpretación del Roque Bentayga
En las alturas de la isla de Gran Canaria, donde el cielo se encuentra con la tierra, se encuentra el Centro de Interpretación del Roque Bentayga. Un lugar que guarda los secretos de la cultura prehispánica, donde los ecos del pasado resuenan en cada rincón.
Este centro, parte del Paisaje Cultural de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, Patrimonio Mundial desde 2019, es un viaje a través del tiempo. Aquí, puedes caminar por las huellas de los primeros habitantes de la isla, explorando sus lugares de culto, enterramiento y arte rupestre.
Las salas del centro están llenas de historias contadas a través de pantallas, paneles, recreaciones en 3D y aplicaciones interactivas. Cada objeto, cada imagen, cada palabra, te lleva más profundo en la historia de la isla.
Después de la visita al centro, puedes seguir el camino hasta el Almogarén, un antiguo lugar de culto a las divinidades. Y todo esto, con el impresionante paisaje natural de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria como telón de fondo.
El centro abre sus puertas de lunes a domingo, de 10:00 a 17:00 h, invitándote a descubrir los secretos de la isla. La entrada es gratuita.
En el corazón de la isla de Gran Canaria,
donde las montañas se encuentran con el cielo,
yacen los encantos ocultos de Tejeda.
Un pueblo que despierta con el sol,
bañado en los colores de la alborada,
donde las casas blancas brillan como perlas
en el abrazo verde de la montaña.
Las calles estrechas, serpenteantes,
te invitan a perderse en su quietud,
mientras el aroma de los almendros en flor
te envuelve en un dulce interludio.
El eco de la historia resuena en cada rincón,
en las piedras antiguas de Bentayga,
donde los antiguos canarios contemplaban los astros,
buscando respuestas en el cielo estrellado.
Y cuando el sol se pone, y la luna asciende,
Tejeda brilla bajo el manto de la noche,
un faro de tranquilidad, un refugio de belleza,
un lugar para soñar, para respirar, para ser.
Este encantador pueblo, catalogado como uno de los más bonitos de España, se encuentra a unos 44 kilómetros de distancia de la capital de Gran Canaria.
El paisaje de Tejeda forma parte de las Montañas Sagradas de Gran Canaria, Patrimonio de la Humanidad. Tejeda también forma parte de la Reserva de la Biosfera y del paisaje cultural conformado por el Risco Caído y Las Montañas Sagradas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En el corazón de la isla de Gran Canaria, se alza majestuoso el Roque Nublo, un monumento natural de imponente belleza. Como un faro de piedra, se erige sobre el vasto océano de montañas y barrancos, ofreciendo a sus visitantes vistas panorámicas que quitan el aliento.
Desde su cumbre, a más de 1800 metros de altura, se puede contemplar la inmensidad del Atlántico y la silueta del Teide en la vecina isla de Tenerife. Un espectáculo que, al atardecer, se viste de tonos dorados y rojizos, en un juego de luces y sombras que parece sacado de un lienzo.
Pero el Roque Nublo es más que un mirador. Es un testigo mudo de la historia volcánica de la isla, un santuario para la flora y fauna local, y un desafío para los senderistas que se atreven a conquistar su cima. Su presencia impone respeto, pero también invita a la contemplación y al descubrimiento.
Visitar el Roque Nublo es embarcarse en una aventura, es escalar hacia el cielo y sentir la brisa del viento, es perderse en la inmensidad del paisaje y encontrarse a uno mismo. Es, en definitiva, una experiencia que ningún viajero debería perderse.
8. Artenara
Artenara, un encanto escondido en las alturas de Gran Canaria, es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Sus casas cueva, testigos de un pasado ancestral, se funden con el paisaje volcánico, creando un mosaico de colores y texturas que cautiva a todo aquel que lo visita.
Desde sus miradores, se puede apreciar la inmensidad del Parque Natural de Tamadaba, un mar verde de pinos que se extiende hasta donde alcanza la vista. Al atardecer, el sol tiñe el cielo de tonos naranjas y rojos, en un espectáculo que no deja a nadie indiferente.
Pero Artenara es más que un bello paisaje. Es un lugar de encuentro con la historia y la cultura de la isla, donde cada rincón cuenta una historia. Sus iglesias y museos son un reflejo de la rica tradición de la isla, y sus fiestas y eventos, como la Fiesta del Almendro en Flor, son una explosión de color y alegría.
Es aquí donde el escritor y filósofo español de la Generación del 98, Miguel de Unamuno, quedó asombrado por la belleza de la isla durante su visita en 1910. Describió el paisaje de Artenara como una "tempestad petrificada", una conmoción tremenda de las entrañas de la tierra, que parecía una tempestad de fuego, de lava, más que de agua. Esta descripción ha quedado en la memoria colectiva como la mejor forma de expresar lo que la inmensidad de Gran Canaria hace sentir al visitante.
Visitar Artenara es como viajar en el tiempo, es descubrir la esencia de Gran Canaria, es sentir la calidez de su gente y la magia de su entorno. Es, en definitiva, una experiencia que te invita a soñar y a perderse en la belleza de lo sencillo.
En el corazón de Artenara, se encuentran las Cuevas del Rey, un conjunto de cuevas naturales que han sido testigos del paso del tiempo. Estas cuevas, que en su día fueron hogar de los antiguos aborígenes canarios, hoy se presentan como un viaje al pasado, un espejo en el que se refleja la historia de la isla.
Al adentrarse en las Cuevas del Rey, uno puede sentir la frescura de la piedra y el silencio que envuelve el lugar. Las paredes de las cuevas, talladas por la mano del hombre y la erosión del tiempo, cuentan historias de un pasado lejano, de una época en la que la vida era más sencilla.
La visita a las Cuevas del Rey es un paseo por la historia, pero también es una experiencia sensorial. El olor a tierra húmeda, el tacto de la piedra fría, el sonido del viento susurrando entre las cuevas... todo ello contribuye a crear una atmósfera de tranquilidad y reflexión.
Pero lo que realmente hace especial a las Cuevas del Rey es la sensación de conexión con la naturaleza y con la historia. Es como si al entrar en las cuevas, uno se adentrara en un mundo aparte, un mundo donde el tiempo se mueve a otro ritmo y donde cada rincón esconde un secreto.
Visitar las Cuevas del Rey es más que una simple actividad turística, es una experiencia que te permite conectar con la esencia de Gran Canaria y con la historia de sus habitantes.
11. Ruta ciclista El Valle de las Lágrimas
En el corazón de Gran Canaria, donde los montes se alzan,
yace un sendero, un desafío, que a los valientes abraza.
La ruta ciclista del Valle de las Lágrimas, un nombre que amenaza,
pero en su recorrido, la belleza nunca se desplaza.
137,85 km de distancia, un viaje que no se deshace,
con un desnivel de 4.987 m, que al cielo te enlace.
Desde Maspalomas se inicia, en la rotonda se hace,
un círculo de aventura, que en el corazón te encaje.
Requiere fuerza y resistencia, y una técnica de encaje,
para enfrentar las subidas, y los descensos que desplazan.
Asegúrate de que tus frenos, en perfecto estado se hallen,
pues las bajadas son rápidas, y los riesgos no escasean.
El casco es tu compañero, en este viaje que abraza,
protegiendo tu cabeza, mientras la ruta te desplaza.
Y aunque el pavimento sea duro, y en partes pueda fallar,
el espíritu del ciclista, nada puede desplazar.
Pero ten en cuenta el tiempo, que en el norte puede cambiar,
los vientos alisios son traicioneros, pueden tu viaje desplazar.
Si las nubes amenazan tormenta, es mejor dar la vuelta y regresar,
pues la seguridad es primero, en este viaje sin igual.
Así es la ruta del Valle de las Lágrimas, un desafío a enfrentar,
una aventura para los valientes, que la belleza saben apreciar.
Esta ruta pasa justamente por la puerta de nuestro alojamiento.
Para saber más sobre la ruta y participar en el desafío: